Massai Apartments

jueves, 27 de septiembre de 2007

diccionario de tiquismos: d

He aquí la nueva entrega del particular diccionario de tiquismos de apartamentos massai, correspondiente a la letra "d".

A B C CH D

Desbarrumbo: despeñadero.
Deschingar: desnudar, quitar la ropa.
Descomponerse: sentirse mal, tener náuseas, vómitos, etc.
Descule o despelote: en la jerga juvenil, alboroto, desorden.
Desecho: camino nuevo que sustituye a uno viejo y es más corto que éste.
Desvirolado: loco, descontrolado.
(Comprar el) diario: comprar los víveres o provisiones que se necesitan cada dia en un hogar.
iDiay!: es la interjección más usada por los ticos. Se usa para saludarse, como admiración, interrogación, para indicar desconocimiento, etc.
(Pelar los) dientes: sonreir.
Directorio: guia telefónica; listin.
Doctor: en las zonas rurales se denomina así a toda persona encargada de la Asistencia Pública o con algunos conocimientos médicos.
Dormida: posada.
Durazno: variedad de melocotón más pequeño y ácido.

Para más información (y mejor), consulte online el "Diccionario de costarriqueñismos" (Imprenta Nacional, San José de Costa Rica, 1.919) de Carlos Gagini, digitalizado por la Biblioteca Nacional de España.

martes, 18 de septiembre de 2007

malekus o guatusos

apartamentos massai propone una aproximación los indígenas malekus o guatusos. Esta excursión complementa la visita a los dominios del volcán Arenal y al lago del mismo nombre (que en breve publicaremos).

Los malekus o guatusos son uno de los tesoros de Costa Rica, ya que su afán en la preservación de su propia cultura ha permitido que su lengua, el maleku, llegue hasta nosotros. Pero este enorme e incalculable tesoro pende del frágil hilo de 460 indígenas (según el censo del año 2000 –lo que les convierte en la menor etnia del país–). Estos 460 héroes habitan en una reserva próxima a la población de San Rafael (cantón de San Rafael de Guatuso, Provincia de Alajuela), a unos 30 kilómetros al norte del volcán Arenal.


Mapa de la excursión a la Reserva Maleku.

La reserva de los malekus o guatusos, reconocida legalmente mediante el decreto Núm. 13573 de 30 de abril de 1982 (consultable en este compendio de legislación indígena), agrupa tres palenques (ranchos donde varias familias unidas por parentesco que habitan viviendas cuadrangulares, elevadas sobre pilotes y sin paredes): El Sol, Margarita y, el mayor de ellos, Tonjibe.

Los malekus o guatusos son conscientes de la fragilidad de su cultura, y de la enorme responsabilidad que pende sobre todos (ellos y nosotros) en su preservación, especialmente de su idioma, que es tanto como decir de su propia etnia.


Malekus o Guatusos fotografiados en 1892 (Archivo fotográfico del periódico La Nación
).

Ante esta dramática situación, los malekus o guatusos, insisten tenazmente en el cultivo del cacao, pejibaye, palmito; en la pesca; en trabajar artesanalmente; en su cerámica; en el tallado de la madera de balsa; en el uso de arcos y flechas; en su música; en su tradición oral y en uso de su lengua (que se enseña en la escuela juntamente con el español). Nosotros podemos ayudar en su batalla por la supervivencia, ya que ellos, los 460 héroes, así lo esperan. Su estrategia de supervivencia se completa con la apuesta por el turismo respetuoso y responsable. Efectivamente, los visitantes somos bienvenidos a la reserva, y a tal efecto se ha desarrollado una infraestructura turística propia y original.

Los malekus o guatusos han articulado una oferta turística que consiste en una excursión por su entorno natural para contemplar su fauna y flora; en observar actividades artesanales; en exhibiciones culturales; en una lección de Maleku; en la degustación de su comida típica; en sus conocimientos sobre plantas medicinales; y en su propia historia.


Cartel anunciador de la exposición fotográfica sobre los malekus (fotografiados por ellos mismos) del Centro Cultural de España –conocido también como El Farolito– de San José, realizada entre el 10 y el 17 de septiembre de 2007.

Wilson Morera Elizondo (teléfono 464 04 43) es un activista de la comunidad maleku, a la vez que chamán ("Tafa" en Maleku), que actúa de anfitrión de los turistas y organiza su vista. "Pueden visitarnos, pues aquí todos son bienvenidos para mejorar esta comunidad, pero no para destruirla", declaró el "Tafa" en al periódico "Al día".

También es posible concretar una visita al Centro Ecologico Maleku Araraf, ubicado en el territorio de la reserva. Quien no quiera desplazarse hasta la reserva (craso error), puede tomar contacto con la cultura maleku en el "showroom" que la comunidad indígena ha establecido en el Lago Coter Eco Lodge en las inmediaciones del volcán Arenal.


Portada del libro de José Daniel Carmona "De San José al Guanacaste é indios guatusos", publicado en San José en 1897. Este ejemplar pertenece al fondo de la "Latin American Library" de la Tulane University (New Orleáns, USA).

Como siempre, apartamentos massai organizará gustosamente el transporte, que pese la cercanía de nuestros objetivos (solo 135 kilómetros des de playa Flamingo a la zona de volcán Arenal, y 30 más desde allí a la reserva maleku), deberá ser del tipo "todo terreno" para sacar el máximo provecho de la excursión. Así mismo, insistimos en la posibilidad de prolongar la excursión hasta el lago y volcán Arenal (donde existen muy interesantes opciones de alojamiento), que próximamente publicaremos en este mismo blog.

domingo, 9 de septiembre de 2007

cocine con apartamentos massai: vino de coyol

la subsección etílica de la división de cocina de apartamentos massai hace una nueva incursión en el mundo de los licores ticos, en esta ocasión centra su atención en el vino de coyol.

El vino de coyol proviene de la cultura indígena chorotega (por lo que recomendamos que repasen nuestra excursión por su territorio), asimilándose después por la tradición guanacasteca, de manera que hoy puede encontrarse en toda la provincia pampera, especialmente en Santa Cruz y Nicoya.

Luego hay que decir que el vino de coyol es un licor estacional, ya que su temporada de elaboración y consumo coincide con el verano tico, es decir, de diciembre hasta finales del mes de abril, obteniéndose la mejor producción entre enero y febrero.

También debe saberse que el vino de coyol es un licor artesanal, y que difícilmente podrá encontrarlo en comercios o supermercados. Es más, para tomar vino de coyol hay que desplazarse al lugar de producción, la coyolera.


La palma de coyol fotografiada desde abajo, con sus pinchos protectores.

La materia prima del vino es la variedad de palma de coyol, que crece silvestremente en los bosques y sabanas de Guanacaste (y desde México a Panamá), ferozmente defendida por un escudo de espinas, pese a ello, sus frutos son utilizados como alimento para el ganado, y los troncos de los ejemplares más maduros, de unos 15 años, son los que se utilizan para la elaboración del vino de coyol.

En las coyoleras, suelen tener sus propias plantaciones de palmas de coyol, de las cuales se talan los troncos sobre los que practicará el ordeñado (sí, sí, el ordeñado, han leído bien), que consiste en practicar unos agujeros por donde sangrará el la savia del coyol. Si el jugo del coyol se ordeña al medio día, el vino será fresco (apenas turbio, blanquecino, con un sabor silvestre, refrescante y dulce). En cambio, si se ordeña por la tarde o en los días sucesivos, se obtendrá licor fermentado, agridulce y graduación variable.


Troncos de coyol talados y listos para "ordeñar".

Para obtener vino de máxima graduación se dejará reposar la palmera talada por un día, al siguiente se practica el primer agujero en la parte superior, a unos cuantos centímetros abajo de donde nacen sus hojas. Este agujero será suficiente como para introducir una taza, y será cubierto para evitar que el vino que contiene la palmera se ensucie. Al segundo o tercer día, se extrae la primera agua, que no es muy buena y vuelve a tapar. Un día después se puede comenzar a extraer -de dos a tres veces diarias- el vino que se ha fermentado en la misma palmera. Cuando de un agujero no brota más jugo, se practica el siguiente más abajo y se repite el mismo procedimiento durante aproximadamente un mes (hasta agotarse el jugo del tronco). Cada palmera da hasta 60 botellas, y cada botella vale unos 700 colones.


Agujero en el tronco del coyol con su jugo en el fondo.

Los huéspedes de apartamentos massai están de enhorabuena, ya que se encuentran próximos a las coloyeras, la mayoría de ellas se ubican entorno a la población de Nambí (a medio camino entre Santa Cruz y Nicoya, en la carretera 21), allí está la coyolera La Fuente de Oro. Otra de las coyoleras más conocidas es la de Tony Muñoz González, que hace 17 años llegó de San Francisco de Coyote, Nandayure (al sur de Nicoya), y allí montó su negocio.

martes, 4 de septiembre de 2007

diccionario de tiquismos: ch

apartamentos massai les brinda la entrega de su muy particular diccionario de tiquismos, correspondiente a la letra "ch".

A B C CH

Chacalín: niño.
Chalán: individuo con buena apariencia.
Chamarasca: rama menuda y seca. También baraña.
Chamba: trabajo.
Chamusquina o chapulinada: multitud de niños.
Chana o chanada: engaño, embuste.
Chance: ocasión, oportunidad. Lotería popular.
Chancha: doble tracción de los automóviles.
Chancho: cerdo.
Chanfaina: comida a base de entrañas de cerdo y masa.
Chante: en la jerga juvenil, la casa, el hogar.
Chapa: moneda. [Ser la pura chapa: ser un inútil].
Chapaneco: persona gruesa y baja.
Chapear: cortar la maleza en el monte.
Chapía: época del año cuando se chapea.
Chapín: animal con una pata dañada o que camina con dificultad.
Chapulín: langosta, saltamontes.
Chapulinada: ver chamusquina.
Charanga: fiesta, baile.
Charral: campo cubierto de maleza, matorrales.
Chayote: es el fruto de la chayota o chayotera; tiene forma de pera y su carne es similar a la del pepino, con una pepita muy grande por semilla.
Chele: persona de piel clara y ojos azules.
Chepa: casualidad, chiripa.
Cheque: persona encargada de chequear.
Chequear: controlar, revisar, comprobar. Se chequea el equipaje en la aduana, el billete de avión en el mostrador de facturación, los horarios de los autobuses, etcétera.
Chichí: bebé.
Chichota: chichón.
Chilaquila: tortilla frita con carne y otros ingredientes adentro, a la manera del taco mexicano.
Chilate: charco, barrizal.
Chile: pimiento, generalmente picante; también ají. Salsa hecha de pimientos. Al pimiento no picante se le conoce como chile dulce.
Chilera: botella o recipiente que contiene una salsa a base de ají.
Chilillo: látigo; rama que se usa a manera de látigo.
Chilote: pequeña mazorca de maíz sin los granos aún desarrollados.
Chilpete: en Guanacaste chile dulce, pimiento.
Chima: rozadura, lesión en la piel.
(La) china: la niñera.
Chinamo: cobertizo temporal que se construye en los turnos o fiestas populares donde se vende o juega.
Chinchorro: tugurio, prostíbulo. Hamaca de malla.
Chinear: tener en los brazos a un bebé. Mimar, consentir, malcriar.
Chinga: colilla de cigarro.
Chingar: cortar el rabo a un animal. Fastidiar, molestar.
Chingo: desnudo. Animal sin rabo o con el rabo corto. Vestido o ropa más corto de lo común.
Chingolear: pasar el tiempo en la calle.
Chingoleta: mujer que lleva minifalda o ropa corta.
Chingolo: vagabundo.
Chipote: ombligo.
Chiricaya: crema de huevos batidos con leche y azúcar.
Chirivisco: en Guanacaste, helado conocido en el Valle Central como apreredo.
Chirotear: divertirse, juguetear.
Chirriche: en Guanacaste, murciélago.
Chirrite: aguardiente de caña destilado de forma clandestina.
Chisa: ardilla.
Chiva: cabra, oveja. Buseta.
Chivo: hombre mantenido por su mujer o compañera.
Chocao: puré hecho a base de plátanos.
Estar chocho: estar loco. Cualquier aparato estropeado.
Chollar: herir, lastimar.
Cholo: bola negra en el billar. También se aplica a los negros y mulatos.
Chombo: en Guanacaste garroba o iguana de gran tamaño.
Chonco: mutilado; muñón.
Chonete: sombrero.
Charpa: cárcel en jerga juvenil.
Chorreada: torta frita de maíz tierno.
Chorreador: colador, bolsa destinada para colar el café.
Chorrear: pasar el agua hirviendo por una bolsa donde está el café molido para prepararlo como bebida.
Chucheca: ostión de gran tamaño.
Chuchequeros: denominación de los habitantes de Puntarenas, por abundar alli las chuchecas.
Chuchinga: homosexual, afeminado.
Chueco: algo que está mal puesto, mal hecho, torcido o desencajado.
Chumeco: término despectivo para referirse a los negros.
Chunche: cualquier objeto o cosa. [tráeme ese chunche].
Chupaplatos: término jocoso para referirse al dedo indice.
Chupón: biberón.
Churraco: sobaco, axila.

Para más información (y mejor), consulte online el "Diccionario de costarriqueñismos" (Imprenta Nacional, San José de Costa Rica, 1.919) de Carlos Gagini, digitalizado por la biblioteca Nacional de España.